Tres investigadores del Departamento de Histología de la Universidad de Granada se encuentran entre los cinco primeros en la investigación sobre células madre mesenquimales del cordón umbilical, según indicadores bibliometricos de la producción científica.
El cordón umbilical es la mayor fuente de células madre no embrionarias con capacidad de proliferación y diferenciación en distintos tipos celulares. Entre ellas destacan las denominadas células madre de la gelatina de Wharton, las cuales poseen propiedades especiales por su viabilidad, capacidad de diferenciarse en estirpes celulares muy distintas y generar muy poco rechazo cuando se implantan en otro individuo. Se trata, por tanto, de células ideales para la construcción por ingeniería tisular de tejidos artificiales destinados a la terapéutica.
En la investigación de estas células y sus aplicaciones a la creación de tejidos artificiales destaca el Grupo de Ingeniería Tisular del departamento de Histología de la Universidad de Granada, medalla de Andalucía del pasado año, al contar con tres de sus investigadores (Miguel Alaminos, Ingrid Garzón y Antonio Campos) entre los cinco más citados en este campo a nivel mundial según el análisis bibliometrico de la producción científica.
Este hecho convierte a la Universidad de Granada en un centro internacional de referencia en esta área.
Estos investigadores que en su día crearon la primera cornea artificial y más recientemente la piel artificial (que actualmente se implanta con éxito en la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla), están desarrollando nuevos modelos de tejidos con estas células madre de la gelatina de Wharton, lo que puede permitir en el futuro contar con tejidos artificiales almacenados en bancos de tejidos disponibles para su uso inmediato en la clínica.
Tras las investigaciones realizadas con estas células del cordón umbilical, los nuevos tejidos deberán recibir la aprobación de la Agencia Española y Europea del Medicamento lo que permitiría su transferencia a la clínica a través de la IATA, Iniciativa Andaluza de Terapias Avanzadas, al igual que ha ocurrido previamente con las córneas y la piel generadas en su día por el Grupo de Ingeniería Tisular de la Universidad de Granada.